miércoles, 23 de diciembre de 2009

Link a la oticia anterior (aparece un poco recortada)

http://www.elmundo.es/2009/12/13/cronica/21496748.html

Violencia ....¿de género?

UN JUEZ ROMPE EL TABÚ DE LA VIOLENCIA DE GÉNERO
«Miles de hombres han sido detenidos por el hecho de serlo, tras una denuncia falsa por maltrato. ¿Cuántas mujeres ha sido detenidas por acusar en falso? Ninguna... A partir de 2007, el Gobierno dejó de divulgar cifras de hombres muertos por sus cónyuges» La denuncia del titular del Juzgado de Familia 7 de Sevilla, un hombre moderado con 20.000 sentencias. Esta ley, dice, estigmatiza a miles de hombres y es producto de la «dictadura» del «feminismo radical»
EDUARDO DEL CAMPO

Es un tipo bonachón pero esta mañana se le ve muy indignado. Es una irritación que no oculta y que le dura ya cinco años: el tiempo que lleva en vigor la Ley Orgánica de Protección Integral contra la Violencia de Género. Sin miedo al qué dirán, culpa de la «estigmatización» de miles de hombres detenidos en aplicación de la ley a la «dictadura» del «feminismo radical». O del «feminazismo». Lo dice desde el otro lado de la mesa de su despacho, donde destacan la foto de su mujer y sus dos hijas y unos dibujos infantiles en la pared. Se los han regalado los niños, rehenes a menudo de traumáticas separaciones, a los que atiende aquí.

Quien habla con tanta contundencia contra la «injusticia» de esta ley, Francisco Serrano Castro, nacido hace 44 años en Madrid y criado desde los 11 en Sevilla, no es un marido machista, despechado y sin estudios que pasaba por la calle, sino el titular del Juzgado de Familia 7 de la capital andaluza. Un magistrado que en los 11 años que lleva ejerciendo [se estrenó antes de juez de primera instancia e instrucción en la onubense Valverde del Camino, en la misma sede que Garzón] ha dictado unos 20.000 autos y sentencias, y ha sido premiado por la asociación de asistencia a mujeres violadas Amuvi, o por la de Pro Derechos del Niño y la Niña (Prodeni) por su defensa de maltratadas y menores.

Pero Serrano -quien además preside la Asociación Multidisciplinar para la Investigación de Interferencias Parentales (Asemip), centrada en las manipulaciones que ejerce el progenitor (hombre o mujer, recalca) para poner a los hijos en contra del otro- dice que esa trayectoria no ha impedido que lo traten «como al juez loco» desde que ha decidido «dar la cara» y denunciar una realidad silenciada: que el Gobierno dejó de divulgar, a partir de 2007, las cifras de hombres muertos por agresiones de sus cónyuges. Aún más, Serrano sostiene que una parte de los 3.716 varones suicidados en 2006, frente a 2.753 mujeres, lo hicieron por efecto de la «discriminación de la Ley contra la Violencia de Género» (aprobada por unanimidad el 28 de diciembre de 2004 y que ahora el Gobierno se propone reformar). Otras fuentes dan la cifra exacta: 630 hombres se quitaron la vida cuando estaban en crisis con su pareja.

Afirma el juez que esta ley, que ha conducido a un «totalitarismo», mezcla en el mismo saco a los maltratadores machistas con los hombres -incluso «buenos padres, buenos cónyuges, buenas personas»- que han cometido un delito o una falta «puntual» durante una disputa con su pareja pero que no tienen una relación de dominio sobre ella. Esto ha causado una situación «cercana al holocausto social» porque, dice, citando al joven acusado por error en Tenerife de violar y matar a la hija de su novia, se detiene y marca como maltratador a todo acusado.

«Miles de hombres han sido detenidos por el hecho de serlo, tras una denuncia por maltrato. ¿Cuántas mujeres han sido detenidas por denuncia falsa? Ninguna», asegura Serrano. «Las mujeres del ojo hinchado en la foto existen, pero son el 1% [de las denuncias]. La que nos tiene que preocupar es la del ojo hinchado que no sale en la foto, la que sufre de verdad explotación, violencia y miedo, pero no se atreve a denunciar». Y reta al Gobierno y a la ministra de Igualdad a debatirlo con él. «En privado, diputados del PSOE y del PP me dicen que tengo razón, pero que ellos no lo pueden decir».

Dice el magistrado que se usan datos «sesgados» y que, mientras se registran y publicitan las estadísticas de mujeres víctimas de violencia machista, se «ocultan», no se registran o no se da publicidad a los datos de hombres muertos a manos de sus compañeras o ex parejas. Que la ley está causando un daño no estudiado a miles de hombres acusados «injustamente». Sus críticas van más lejos: «Este año han matado ya a 51 mujeres (hasta el 3 de diciembre) y a 30 hombres, pero no se registra oficialmente». Quien quiera saberlo, afirma, tendrá que recurrir, como él hizo, a internet y a la prensa.

MUJERES, SÍ; HOMBRES, NO

¿Por qué las muertes de mujeres, sí, y las de hombres, no? ¿En qué se basa el juez para sostener una afirmación tan grave? Serrano indica que el Ministerio del Interior precisaba hasta 2006 en su Anuario Estadístico el número de asesinadas... Y también el de asesinados. Murieron 55 mujeres a manos del cónyuge en 2002; 65 en 2003; 61 en 2004; 53 en 2005; 54 en 2006. En esos años, los varones a los que mataron sus compañeras o ex compañeras fueron 16, 13, 9, 15 y 12. Aproximadamente, uno por cada cinco asesinadas. En comparación con estas cifras oficiales divulgadas hasta 2006, los 30 varones muertos este año parecen una cifra exagerada.

Si se cuenta a las mujeres y hombres que murieron a manos de otros parientes [hijo/hija, progenitores u otros -no se especifica el sexo del autor, aunque la mayoría son hombres-], las cifras de la violencia doméstica suben proporcionalmente más en el caso de los varones: 77 muertas y 49 muertos en 2002; 84 y 49 en 2003; 79 y 31 en 2004; 71 y 56 en 2005; 78 y 37 en 2006.

A partir de 2007, Interior ya no refleja en su web estos datos de violencia doméstica por sexos. Pero mientras el Gobierno deja de publicar, al menos en lugares de fácil acceso, las cifras sobre los hombres, sí sigue divulgando, dice Serrano, la violencia contra mujeres. El registro de asesinadas se puede consultar en la web del Ministerio de Igualdad. Asegura el juez que hay muchos hombres que sufren graves consecuencias por ser acusados «falsamente» de maltrato, llegando incluso al suicidio, pero que no se conoce impacto real de la, dice, injusta «generalización» del castigo porque no hay organismos que lo analicen. Vuelve a citar el Anuario 2006 de Interior para señalar (pág. 292) que ese año se suicidaron 3.716 hombres frente a 2.753 mujeres. Él está convencido de que una parte de los suicidios se debe al trauma por el trato «discriminatorio» sufrido en el proceso de separación: hombres que perdieron la casa y la custodia de los hijos por una acusación, insiste, injusta.

De nuevo, reitera, faltan estudios para comprobar su teoría. Aunque los números cantan la realidad. En 2005 se suicidaron 3.867 hombres y 2.802 mujeres, según el anuario de ese año de Interior. Este ministerio no publicó los datos sobre suicidios en 2003 y 2004, pero sí en el de 2002, antes de la Ley contra la Violencia de Género. Ese año se quitaron la vida 3.563 hombres y 1.867 mujeres. [Desde entonces, los que se han disparado fueron los suicidios femeninos; la tasa de los masculinos no varió significativamente antes y después de la ley].

Afirma el magistrado que la mayor parte de los casos calificados como violencia de género son en realidad conflictos entre iguales en el litigio de una separación, y que la mayoría de los hombres tratados como maltratadores no lo son. Toma los juzgados de Violencia de Género de Sevilla como ejemplo para denunciar que se transmite una visión «distorsionada» del maltrato. En 2008, según la Fiscalía Superior de Andalucía, se incoaron 9.814 procedimientos. Sobre estas cerca de 10.000 denuncias, emitieron 1.010 sentencias, 395 condenatorias, 412 absoluciones y 203 condenas de conformidad. Un 90% de las denuncias se archivaron o acabaron en absolución.

Critica en cambio que un informe publicado este octubre por el Grupo de Expertos y Expertas del CGPJ acerca de la aplicación de la Ley contra la Violencia de Género sobre la incidencia de las denuncias falsas (el estudio decía que sólo halló 1 entre 530 sentencias analizadas), haya sido utilizado de forma «sectaria» para dar a entender que las condenas son mayoritarias entre los denunciados. Según el estudio, el 84,91% de las sentencias fueron condenatorias: el 59,33% por maltrato ocasional, el 21,78% por delitos de amenazas leves, el 10,22% por quebrantamiento de pena o medida cautelar y el 6,28% por maltrato habitual. En 388 casos se impuso pena de prisión.

MINORÍA DE CONDENADOS

Serrano alega que si se tuvieran en cuenta las denuncias archivadas o sobreseídas, se percibiría que los condenados son minoría y que los casos en los que se da lo que él considera inconfundible y sistemático dominio machista representan «menos del 1% de todas las denuncias».

Sostiene que decir lo que él dice es ser «progresista», y resume su propuesta, ampliada en su libro Divorcio sin traumas: pasar de la «criminalización» por la vía penal de los conflictos de pareja a una mayor apuesta por la mediación y la conciliación. O cambiar la redacción del artículo 1 de la Ley: en vez de decir que la violencia de género es la que sufre la mujer «COMO» expresión de las relaciones de poder de los hombres [lo que «prejuzga que toda relación entre un hombre y una mujer es desigual y que ésta es inferior por el hecho de serlo»], la defina como la violencia que sufre «CUANDO» es expresión, etc., precisando así que es violencia machista sólo la que se produce en los casos concretos en que existe esa posición de dominio y abuso en la pareja.

Argumenta: «Una ley que agrave la pena contra el hombre sólo por serlo es tan discriminatoria como si se hiciese una ley de prevención de riesgos laborales que no protegiese a las mujeres porque representen sólo el 5% de los 1.100 trabajadores muertos en el tajo el año pasado».

No es la única voz autorizada. La protesta del magistrado Serrano converge con la jueza de Barcelona María Sanahuja y el juez de Violencia contra la Mujer, de Jaén, Miguel Sánchez Gasca, entre otros. Ya en 2005, Sanahuja aseguró que muchas mujeres utilizaban la denuncia para obtener mejoras en los divorcios. El pasado viernes, el juez Gasca negaba a un padre la custodia compartida de sus hijos. Pero al sospechar de la mujer, pues denunció a su marido por violencia justo al saber que éste aspiraba a la custodia compartida, se lo ha pensado: «Quizás lo más adecuado habría sido otorgar la custodia al padre».

La ley, para el juez Serrano, es ciega. Acaba de quitarle la patria potestad sobre su hijo a un joven que mató a su novia. Dice que este caso «sí» es un ejemplo claro de maltrato, desigualdad y dominio de poder.

jueves, 26 de noviembre de 2009

Economía de Guerra.

La economía bolivariana implantada por el régimen chavista está sumiendo en la pobreza más absoluta a uno de los países más ricos de América Latina hasta hace apenas diez años. En la actualidad, Venezuela está inmersa en una estanflación (recesión y alta inflación) de graves consecuencias. Sus ciudadanos avanzan hacia el peor de los mundos posibles, contracción económica y elevados precios, gracias a la exitosa socialización de los factores productivos que lleva aplicando de forma progresiva, pero imparable, el comunista Hugo Chávez desde su llegada al poder.

La utopía que el gorila rojo pretende imponer a sus ciudadanos se ha materializado, hasta el momento, en la completa nacionalización de sectores económicos clave. El poder estatal ya se ha hecho con el control de la producción petrolífera y otras materias primas, el sistema bancario, el sector energético, la distribución de alimentos y productos básicos, gran parte de la industria pesada (cementeras) o la propiedad y redistribución de la tierra.

A ello se suma la prohibición por ley de despedir trabajadores, la fijación de precios máximos y salarios mínimos o la censura que sufren los medios de comunicación, entre otras muchas medidas totalitarias que, día sí y día también, son aprobadas a golpe de decreto. De este modo, tras el fracaso electoral que obtuvo su reforma constitucional, poco a poco Chávez está logrando su objetivo último: implantar un régimen comunista en Venezuela.

Hasta no hace mucho, el tirano bolivariano contaba con un firme aliado económico –el petróleo– para mantener bajo control el creciente descontento popular derivado de su política económica. Y es que las ingentes subvenciones públicas otorgadas a su masa de acólitos venían a llenar el vacío que generaba entre los opositores la expropiación de empresas y propiedades, el aumento de la inseguridad jurídica, el cobro de impuestos abusivos, la escasez de productos básicos o la extensión de la pobreza.

Sin embargo, la otrora productiva maquinaria petrolífera en manos privadas se está yendo a pique. La nacionalización de este sector se está materializando en cuantiosas pérdidas, hasta el punto de que su empresa bandera, la estatal PDVSA, está al borde de la quiebra. No es algo nuevo. Al petróleo venezolano le está sucediendo lo mismo que, en su día, padeció la rica industria minera de Bolivia, o la fértil agricultura de Cuba o Zimbabwe (conocido años atrás como el granero de África). La gestión estatal de los recursos acaba siembre, y en todo lugar, en un auténtico desastre económico.

El motor de Venezuela se apaga, y con él las finanzas públicas del régimen bolivariano. De ahí que la deuda pública de Venezuela presente el mayor nivel de riesgo del mundo, tal y como refleja el mercado de Credit Default Swaps (CDS), una especie de seguro que contratan los inversores para cubrirse de posibles impagos.

La gallina de los huevos de oro se agota, y Chávez es consciente de que carece ya de recursos suficientes para acallar la boca de sus súbditos a base de petrodólares. Así pues, no es de extrañar sus recientes soflamas públicas animando a la población a racionar su consumo de luz y agua. De seguir así, dentro de poco, no sería extraño observar la implantación de cartas de racionamiento para la distribución de alimentos. Por el momento, ya resulta casi imposible sacar dinero del país, puesto que se precisa un permiso administrativo para transferir dinero al exterior. Pese a ello, Chávez aún cuenta con la política monetaria de su banco central, ahora también en sus manos, para imprimir billetes a placer.

De hecho, y ante las crecientes dificultades económicas que atraviesa el país, el tirano se ha embarcado en una guerra comercial con Colombia que, paso a paso, va cobrando tintes de conflicto armado en toda regla. Se trata del penúltimo paso hacia la socialización total del país. Y es que no hay nada mejor que la tensión bélica para que el Estado extienda su mano con facilidad hasta donde alcanza su vista. Y si no, ahí tienen la Guerra Fría de la URSS, Corea del Norte, Cuba, Camboya o Vietnam; las ansias imperialistas de Hitler o Mussolini, y tantos otros regímenes totalitarios que han optado por la vía de las armas para acabar imponiendo su control absoluto sobre la economía de mercado. Chávez no es distinto y, por ello, dirige ya a Venezuela hacia una economía de guerra.

sábado, 17 de octubre de 2009

Mister X y Mister Y

Si algo demuestra el "caso Faisán" es la incapacidad socialista de enfrentarse a ETA sólo con la ley pero con toda la ley. Si entre 1982 y 1996 se sucedieron las negociaciones, las treguas y la guerra sucia contra ETA, a partir de 2004 asistimos a un proceso de negociación política con la banda del que aún hoy desconocemos aspectos importantísimos. Cuando los conozcamos, probablemente asistamos a uno de los grandes escándalos de la democracia. Queda en cuestión la responsabilidad que, en el futuro, deberá afrontar Zapatero en este asunto.

En el caso de los GAL, las responsabilidades políticas eran evidentes, pese a que Felipe González en ningún momento las asumió: miembros de su Gobierno organizaron, financiaron y prepararon la guerra sucia contra ETA. Cometieron una veintena de asesinatos, varios secuestros y un sinfín de actos delictivos. Secretarios de Estado, funcionarios policiales y ministros acabaron en la cárcel. Pero González aguantó hasta el final, y sólo las urnas lo apearon en 1996, sin asumir responsabilidad alguna por los actos de sus subordinados. Hoy vive plácidamente dedicado a sus labores.

Penalmente, la principal acusación contra González se basaba en lo inverosímil de creer, primero, que del ministro de Interior para abajo se hubiese montado una trama criminal a espaldas del presidente; y segundo, que éste no tomara las medidas necesarias dentro de un Estado de Derecho para perseguir este tipo de actos cuando ya eran conocidos. Se salvó de una investigación judicial mediante la teoría de la estigmatización, que le libró de la posibilidad de ser investigado y juzgado por hechos gravísimos.

Ese fue el mayor escándalo de la lucha de la democracia contra ETA... hasta los hechos acontecidos entre 2002 y 2007. El "caso Faisán" se origina en el marco de una negociación secreta de Zapatero con ETA que se inicia en esos años, en los que se llega a un acuerdo en 2006 y que se rompe en 2007. Durante los pactos que el PSOE tuvo con ETA hubo episodios muy oscuros aún hoy sin esclarecer. Están los famosos informes de verificación del alto el fuego, que fueron manipulados para ocultar hechos delictivos de la banda. Están también las denuncias de los sindicatos policiales sobre la existencia de órdenes extraoficiales para frenar la lucha contra la banda. Y está el "caso Faisán", la colaboración con banda armada de responsables del Ministerio del Interior, lo que supuso la salvación de su aparato de extorsión, y con él de la capacidad de la banda de cometer atentados y crímenes: ¿cuántos de estos no hubiesen ocurrido de no existir el chivatazo a ETA?

Por todo lo anterior, y en cualquier país de nuestro entorno, Rubalcaba hubiese tenido que dimitir o ser cesado, y con toda probabilidad se enfrentaría a la justicia con cargos de gravedad. Ha tenido la fortuna de no correr la suerte de Barrionuevo, y eso que los delitos de éste estaban a fin de cuentas relacionados con la lucha contra ETA. En el caso de Zapatero, como González, la responsabilidad política es directa, porque él es el máximo responsable de los pactos con la banda, así como de las actuaciones que de ellos se derivaron, muchas de ellas penales y delictivas. Él es el responsable político de los delitos cometidos por sus funcionarios en la lucha contra ETA, incluido el chivatazo a la banda.

En el ámbito penal, como en el caso de González, la cosa es más complicada. Resulta bastante creíble que ningún alto cargo policial pudo tomar por sí sólo la iniciativa de avisar a ETA de que su aparato de extorsión iba a ser desmantelado: como en el caso de los GAL, el delito es de suficiente gravedad como para descartar que un funcionario policial pudiera actuar de espaldas a sus superiores en el Ministerio. ¿Y en el Gobierno? ¿Conocían Zapatero y Rubalcaba los planes para avisar a ETA de una operación de la Audiencia Nacional? Como en el caso de González, no hay pruebas que lo acrediten, como tampoco de que dieran luz verde para ello. ¿Exigieron tomar las medidas necesarias y urgentes ante el delito de colaboración con ETA cuando éste fue conocido, al poco tiempo de cometerse? Como en el caso de González, la respuesta es negativa, y Zapatero se negó a esclarecer un acto de traición a España y sus instituciones.

Si en el caso de González a la clara responsabilidad política se une la dificultad para especificar si tuvo responsabilidad penal en el caso de los GAL, en el caso de Zapatero ocurre algo parecido: su responsabilidad política es directa, pero no está probado que estuviese al tanto de lo ocurrido. Pero como en el caso GAL, quizá con el tiempo se sepan más detalles y sepamos qué ocurrió con el aparato de extorsión etarra, y qué papel jugó cada cual. Si aún estamos buscando a "Mister X" en relación con los GAL, ahora es un misterio quién es el "Mister Y" del "caso Faisán". Por ahora sólo sabemos que es socialista. Como entonces.

jueves, 8 de octubre de 2009

La Receta de los Sindicatos...

Inusitada finezza la de José Ricardo Martínez, secretario general de UGT en Madrid, mandando al gobernador (que no presidente, José Ricardo) del Banco de España "a su puta casa". Ponderadas palabras propias de un estadista que resumen el buen talante negociador y el "ejemplar comportamiento" de nuestras centrales sindicales.

Y mientras estos paniaguados de la izquierda se tiran los trastos a la cabeza, el desempleo supera los cuatro millones de parados en España y llevamos gastados en el último año la friolera de 30.000 millones de euros en prestaciones de desempleo porque nuestro muy flexible mercado laboral es incapaz de crear ni un solo puesto de trabajo.

Pero, ¿cuánto son 30.000 millones? Para no perdernos en las grandes cifras: para empezar, es algo así como el doble de lo que pretende ingresar el Gobierno con la recientemente aprobada subida de impuestos. Es prácticamente la mitad de lo que se recaudó por IRPF en 2008, el 60% de los ingresos por IVA y más de lo que obtiene por todo el Impuesto de Sociedades.

Dicho de otra manera, nuestra endémica incapacidad para crear empleo nos impide recortar el IRPF en un 50%, el IVA en un 60% o eliminar por completo el Impuesto de Sociedades. ¿Se imaginan qué impulso adquiriría la economía española si alguna de estas medidas se adoptara?

Mejor no lo piense mucho que igual se le revuelve el estómago. Limítese a mostrar una ligera indignación mientras se pregunta a qué o a quién se debe que cuatro millones de personas no encuentren ni un empleo: pues en esencia a estos visionarios sindicalistas que combinan el cariño hacia el socialista Zapatero con las elegantes admoniciones al socialista MAFO para que regrese al calor hogareño de "su puta casa".

Recuerde lector que estos locuaces individuos, esas plumas delicadas que en apenas un exabrupto sintetizan la calidad de sus ideas, son quienes dirigen ese infame proceso llamado de "negociación colectiva" por el que los salarios en España son incapaces de ajustarse aun cuando los ingresos empresariales se estén hundiendo. Son ellos a quienes se les ha investido con la categoría política de "agentes sociales", facultados para negociar de tú a tú con una entente gubernamental y patronal para decidir las condiciones por las que se van a regir todos los trabajadores y empresarios de España. Son ellos quienes viven de los salarios de los proletarios y de los beneficios de los empresarios sin dar un palo al agua con la excusa de disponer de tiempo libre para desarrollar con esta exquisita prosa sus aportaciones al drama económico que vive nuestro país. Son ellos, en definitiva, quienes siguen instalados en una retórica cuasi marxista para justificar su parasitismo político y económico de la sociedad española.

Tamaños poderes y privilegios para tan gran inteligencia y responsabilidad. ¿Qué sería de nuestro país si no eleváramos a la categoría de planificadores sociales a tan templados personajes? Imaginen a las huestes sindicales engrosando las listas de paro y buscando empleo con su característica buena educación. Si es que no puede ser: cuatro millones de parados son un precio más que equitativo para que los liberados no pasen por semejante trance. De momento, pues, que sigan siendo estos mantenidos de la "puta casa" quienes marquen la política laboral del Gobierno y que prosiga la sangría de parados y de gasto público. Total, paga el contribuyente.

miércoles, 7 de octubre de 2009

Políticamente Incorrecto.

Basta ya de palabras medidas y discursos moderados; mentiras a medias y verdades difusas; basta ya de circunloquios y subterfugios; de palabrería barata adornada con bellas palabras y soplos de optimismo falso; entierren la demagogia manida en el fondo de un pozo y olvídense de una vez por todas de los cálculos electorales y del anclaje a la poltrona... Ya es hora de dejar atrás lo políticamente correcto.

España necesita un revulsivo para despertar del engañabobos al que nos tiene acostumbrado la inepta clase política de este país, un líder empresarial o institucional valiente que sea capaz de decir lo que realmente piensa, con la verdad por delante y sin miramientos. Día sí y día también saltan a la luz opiniones diversas de responsables políticos, sindicales y empresariales acerca de la difícil situación y pocos, por no decir ninguno, se saltan el guión preestablecido por el pensamiento único dominante.

El gobernador del Banco de España anima a Zapatero a reformar el mercado laboral, por vigésima vez, pero no se moja a la hora de reclamar la eliminación de la negociación colectiva que tanto encorseta al empresariado español, o una rebaja sustancial en el coste del despido, o la flexibilización total de la contratación laboral. De hecho, Miguel Ángel Fernández Ordóñez defiende la subida de impuestos aprobada por el Gobierno. Eso sí, siempre y cuando esa mayor recaudación se destine a reducir el déficit.

Ordóñez, el mismo que está permitiendo a las entidades financieras ocultar su morosidad real con engaños contables. De la misma calaña es José Viñals. El ex subgobernador del Banco de España se atreve ahora a dar consejos de prudencia crediticia y bancaria desde su nuevo cargo en el Fondo Monetario Internacional tras su nefasta gestión al frente de la supervisión del sistema español.

El ex ministro Jordi Sevilla, por su parte, discrepa de su antiguo jefe de filas y critica, vagamente, unos Presupuestos Generales cuya falsedad y engaño son más que evidentes. La patronal de empresarios se contenta con disparar balas de fogueo contra la política económica del Gobierno. Acepta subir los salarios, pese a que deberían bajar, no se revuelve contra el aumento de la presión fiscal, apenas se limita a pedir tímidamente una reforma light del mercado laboral no vaya a ser que los ministros se nos enfaden.

¡Y qué decir de los sindicatos! Potentados burgueses que conducen coches de lujo y viven a cuerpo de rey mientras denuncian a viva voz la explotación del proletariado con el puño en alto. Nadie mejor que un líder sindical sabe aplicar el dicho aquel de en boca cerrada no entran moscas, y el tan acertado no muerdas la mano que te da de comer.

La oposición, por supuesto, no se queda atrás. La cúpula del PP no habla, tan sólo se limita a contemplar y esperar a que la manzana podrida se caiga del árbol sin apenas menear el tronco. Ni una palabra sobre la necesaria reducción drástica del gasto público; concreción nula a la hora de exigir reformas estructurales para incentivar la mermada competitividad de nuestra economía... Al contrario. Los populares tan sólo se mueven para pulsar el botón verde y apoyar así al PSOE en la aprobación del PER nacional para parados, el rescate de Caja Castilla-La Mancha haciendo uso de los impuestos de los contribuyentes o la creación de un fondo de rescate bancario dotado con casi 100.000 millones de euros cuya transparencia es nula.

Mentiras, engaños y falsas promesas son los ingredientes básicos que conforman el discurso de los representantes políticos y sociales. ¿Para eso pagan impuestos los españoles? Son meros parásitos que no están a la altura de las circunstancias. Dejen ya de confiar en la política. Nada van a hacer por usted. Dependemos única y exclusivamente de nosotros mismos para salir del pozo en el que otros, ahora convertidos en falsos profetas, nos metieron. Basta ya de hipocresía.

lunes, 21 de septiembre de 2009

¿Dónde está la Cámara?

A veces creo que todos somos víctimas de un programa de cámara oculta en la que un gancho, Zapatero, nos somete a una prueba tras otra, a cual más humillante, a ver cuánto tardamos en darnos cuenta de que todo es una broma.

El País recoge muchas de sus palabras en la reunión del Comité Federal del PSOE del sábado pasado. "Tan importante es salir de la crisis como salir con estabilidad y paz social". ¿Se imaginan a un médico diciéndoles "tan importante es salir de la enfermedad como hacerlo fuerte y sano"? Lo que puede cargarse la estabilidad y la paz social es precisamente la crisis, una crisis de la que él, no ya es que no sepa sacarnos, sino que son sus medidas supuestamente dirigidas a salir con estabilidad y paz social las que nos hunden cada vez más en ella.

"Los datos son escandalosos, los trabajadores tributan más que muchos empresarios; la subida irá para las rentas más altas por distintos mecanismos", y lo dice después de que su vicepresidenta ha afirmado que las SICAVS, las sociedades patrimoniales de los más ricos, seguirán tributando al 1%.

"Nuestro proyecto es coherente, aunque gobernar también incluye improvisar, faltaría más". Desde luego, Zapatero no es el primer gobernante que improvisa, ni con toda seguridad será el último. Ahora, sí es el primero que farda con orgullo de hacerlo.

"He librado una dura batalla con los poderosos, y aun esos mismos poderosos no tienen reparo en pedir ayuda para sus sectores empresariales". Cuando lo que propiamente ha hecho es dejar de ayudar a unos poderosos, los de Prisa, para ayudar a otros, los de Mediapro, en base al obvio argumento de que éstos, en sus medios, se portan con él mejor que aquéllos.

"Son hipócritas los que critican la inminente subida de impuestos y a la vez piden ayudas". También lo son los que justifican subidas de impuestos en la necesidad de ayudar a los parados sin subsidio y luego regalan 3.800 millones de euros al Tripartito catalán para que lo gaste en perseguir a quienes rotulan en castellano, subvencionar asociaciones que propugnan el boicot a los productos españoles de fuera de Cataluña y abren faraónicas pseudo-embajadas en el extranjero sin ninguna utilidad práctica. Y 7.200 más en callarles la boca al resto de las comunidades autónomas para que no protesten. Todo eso sin contar el perdón de la deuda a Evo Morales, la financiación de las asociaciones de gays y lesbianas de Zimbabwe y la provisión de más de 600 asesores, cuyo asesoramiento, para más inri, tan poco aprovecha al asesorado.

"Lo peor de la crisis ha pasado, aunque no sus efectos". El caso es que lo malo de una crisis son precisamente sus efectos. Es más, lo que evidencia la existencia de una crisis son los efectos que tiene. ¿Se imaginan que el médico les dijera que lo peor de la enfermedad ha pasado, pero no sus efectos y que por lo tanto pueden morirse en cualquier momento?

"El Gobierno no debe intervenir en nada porque eso supone una injerencia, pero todo depende del Gobierno". Ante tal despliegue de coherencia intelectual, sobran comentarios.

"Parte del tejido empresarial que se ha destruido es de cartón piedra, por lo que, en efecto, lo que se necesita es una reforma empresarial más que una reforma laboral". Lo que se necesita es que un tipo así deje de gobernarnos. Y luego decimos que Berlusconi es un payaso.

sábado, 19 de septiembre de 2009

El Botín de los 30.000 Millones

30.000 millones de gasto anual podría eliminar Zapatero sin que los españoles no untados por el poder político se resintieran lo más mínimo. Ahí es nada. Y eso que en tales cálculos no estamos incluyendo todos los gastos extraordinarios tipo planes E, rescates bancarios y aginaldos de última hora como los 420 euros o el incremento de las pensiones.

Curioso. La única política económica posible pasa por subir los impuestos cuando están despilfarrando el dinero ajeno con ferocidad. Será porque para el PSOE –en realidad, para todos los partidos políticos– las reducciones de las exacciones tributarias son meras tácticas dentro de una estrategia mucho más ambiciosa destinada a incrementar el poder y el tamaño del Estado.

Sin embargo, siendo grave que Zapatero quiera arrebatarles 16.000 millones adicionales a los españoles cuando casi le golpean la cara los 20.000 millones que está dilapidando en variadas subvenciones que sólo distorsionan la economía española y la extranjera, querría echar la vista un poco más atrás.

Estos 30.000 prescindibles millones de euros equivalen a casi la mitad de la recaudación por IRPF en 2008, a casi dos tercios de los ingresos por IVA y a más de la totalidad de los impuestos especiales y del de sociedades. O dicho de una manera más sencilla, en 2008 Zapatero podría haber reducido en un 50% el IRPF o haber dejado el tipo máximo del IVA en el 6% o haber eliminado todos los impuestos especiales o el impuesto de sociedades.

A la luz (u oscuridad) de lo anterior se impone la pregunta. ¿Cuántos impuestos superfluos, redundantes, innecesarios y absurdos hemos estado pagando durante años los españoles para que nuestra casta política se montara su particular cortijo? Ni siquiera estoy hablando de la muy necesaria privatización del Estado de bienestar y su progresiva sustitución por una sociedad de propietarios. No. Me refiero a esas partidas que se han ido adhiriendo al presupuesto como garrapatas y cuya finalidad es comprar votos y crear mantenidos del régimen.

Repito, ¿cuánto dinero nos han estado quitando impunemente los burócratas apelando a nuestro bienestar cuando en realidad lo estaban machacando con fruición? ¿Cuánto han lastrado nuestro desarrollo y nuestra prosperidad esos agujeros negros anuales de 30.000 millones que cada familia y compañía española tenía que sufragar para que nos compliquen la vida financiando a fanáticos sindicatos, improductivos colectivos culturales, empresarios ineficientes, promotores necesitados y tiranos extranjeros?

Dicen que vivimos en la era del ultraliberalismo y del retroceso permanente del Estado. Que se lo digan a nuestros políticos y a sus clientes.

miércoles, 16 de septiembre de 2009

Destruir pruebas.

Tanto la Ley de Enjuiciamiento Criminal, como el propio reglamento de los Tedax, exigen que todas las muestras recogidas en el escenario de un atentado se conserven. Se trata de un requerimiento del más elemental sentido común, pues el lugar donde se comete un atentado constituye el principal continente de pruebas destinados a esclarecerlo y enjuiciarlo. La conservación de esos vestigios es esencial para que las distintas partes puedan solicitar que se realicen nuevas pruebas y salvaguardar, así, derechos fundamentales tanto de las victimas como de los acusados.

Pues bien. El que fuera comisario jefe de los Tedax en los atentados del 11-M, Juan Jesús Sánchez Manzano, ha reconocido este martes y con la más tranquila desfachatez que si sólo llegaron 23 muestras de los 12 focos de explosión, incluidas dos explosiones controladas, a la Audiencia Nacional fue porque los Tedax las destruyeron. La insultante "explicación" que ha dado Manzano para justificar semejante masiva destrucción de pruebas es que se hizo una criba en el laboratorio de los Tedax, que sólo superaron los restos que se consideraron "útiles", mientras que los demás pasaron a ser considerados simples "objetos" y se procedió a su destrucción.

Para empezar, todo vestigio que pueda aportar pruebas para el esclarecimiento de un atentado no puede ser otra cosa que un "objeto". Vista la magnitud de la criba, y sobre todo su nula eficacia para determinar cosas tan esenciales como la marca concreta del explosivo empleado en los atentados, parecería que la única "utilidad" que esta buscaba era precisamente la de impedir que pudieran aportar información decisiva para el esclarecimiento de la masacre. Recordemos que fue tres años después de los atentados, cuando el tribunal ordenó a ocho peritos analizar los pocos vestigios de los focos que los TEDAX no habían hecho desaparecer, cuando estos encontraron, en todos los focos, todos y cada uno de los componentes específicos de la dinamita Titadyn (DNT, nitroglicerina, y nitroglicol), hallazgo que si lo hubiera hecho la Policía Científica en su momento –marzo de 2004– y no en 2007, podría haber abierto una línea de investigación para tratar de identificar a las personas que proporcionaron dinamita de esa marca a los terroristas del 11-M.

Y es que no debemos olvidar, en este sentido, que el reglamento de los Tedax no sólo se incumplió de forma flagrante cuando se decidió destruir la mayoría de vestigios recogidos, sino también cuando los Tedax no enviaron las muestras al laboratorio de la Policía Científica, tal y como también exige su protocolo de actuación y tal y como el propio Sánchez Manzano, como máximo responsable, ha venido haciendo en innumerables ocasiones, antes y después de los atentados del 11-M.

Así las cosas, tras su comparecencia, siguen en pie los tres decisivos interrogantes que ya plantearon nuestros compañeros Luis del Pino y Carlos Sánchez de Roda: ¿Quién dio la orden de destruir los vestigios del mayor atentado terrorista en la historia de España? ¿Por qué motivo la dio? ¿Por qué esta orden, que contraviene la Ley de Enjuiciamiento Criminal, no consta en el sumario?

A la vista de estos inquietantes y no despejados interrogantes y, sobre todo, a la vista de una comparecencia de Manzano, que no viene sino a reforzar la impresión de culpabilidad a la que apunta contra él la argumentada querella presentada por la Asociación de Ayuda a la Víctimas del 11-M, no es de recibo el persistente y vergonzoso desinterés de los principales partidos políticos y, a su dictado, de la mayoría de los medios de comunicación. Tal es el caso también del PP y de Soraya Saenz de Santamaría, quien ha alegado no tener todavía "conocimiento del contenido" de la declaración de Manzano para no tener que hacer así comentario alguno al caso que no sea –claro está– un protocolario y recurrente "máximo respeto a la actuación de la justicia".

El más elemental respeto a la Justicia, sin embargo, sería mostrar algo más de interés por el total esclarecimiento de la mayor masacre de nuestra historia, sin recurrir a excusas que pueden durar tan poco tiempo como el que se tarda en conocer el contenido de la bochornosa declaración de Manzano.

miércoles, 9 de septiembre de 2009

Los Gulaj eran Spas

El gesto de levantar el puño nunca ha sido un símbolo de la "lucha por la libertad", como pretende una ilustre socialista, ni tampoco una expresión de solidaridad con el movimiento obrero, que dice un compañero suyo menos ilustre pero bastante más malicioso. Como acertadamente ha aclarado la presidenta de la comunidad de Madrid, que desde hace meses es la única política del PP que hace oposición, es el distintivo de quienes acabaron con la libertad de medio planeta y la vida de más de cien millones de seres humanos inocentes, por cierto Rubalcaba, la inmensa mayoría de ellos obreros. Conviene aclarar esta cuestión y ponerle cierto freno a la verborrea progresista, porque en caso contrario van a acabar convenciendo a las víctimas de la LOGSE de que el Gulag era un circuito de balnearios con spa en la costa siberiana para descanso y solaz de los trabajadores soviéticos.

El hecho de que los socialistas de pesebre sigan levantando el puñito al acabar sus performances proletarias, por tanto, no sólo es una patochada sarcástica, sino una ofensa a todos los seres humanos que han muerto asesinados por la ideología más nefasta que la Historia ha conocido, cuyo legado exaltan estos revolucionarios de Armani y visa oro.

Podemos entender que quieran rentabilizar las horas que han dedicado a aprenderse la letra de la internacional en el karaoke de la agrupación, pero eso no implica que los demás debamos aceptar sus gestos como una ofrenda a la libertad del género humano, sencillamente porque el socialismo es su antítesis más conseguida.

Y como la verdad es lo que más puede molestar a un progresista, los políticos del PSOE han reaccionado como doncellas ultrajadas cuando en el PP han comparado el gesto del puño en alto con el saludo fascista. En efecto, no hay apenas equivalencia, porque el socialismo internacionalista asesinó con mucha mayor eficacia y en mayor volumen que su hermano nacionalista; aproximadamente unas veinte veces más. Por tanto, equiparar a uno y otro no es una "indignidad", como sugiere Elena Valenciano. Es simplemente un error matemático.

domingo, 6 de septiembre de 2009

Pues va a ser que es una guerra...

Zapatero hizo en su día una distinción metafísica entre la guerra de Irak y la "operación de paz" en Afganistán, según la cual el apoyar políticamente una intervención militar de los aliados en suelo iraquí sin desplegar soldados como hizo Aznar era una carnicería ilegal, ilegítima y genocida, pero enviar tropas a Afganistán y despenar eventualmente algún puñado de talibanes era trabajar por la paz y la alianza de civilizaciones.

A los votantes socialistas en general, y a los referentes progresistas en particular, les pareció muy sensata esa diferencia esbozada por el presidente, por lo que las algaradas callejeras y los ataques a las sedes del PP sin que ese gobierno hubiera enviado un soldado a la guerra, han desaparecido milagrosamente ahora que participamos en una operación de envergadura en la que mueren civiles a cascoporro. Las portadas de la prensa española mostrando los cuerpos mutilados de niños y ancianos iraquíes tampoco han tenido continuidad ahora que estamos un poquito más hacia el este, participando en una operación exactamente igual, pero esta vez con tropas sobre el terreno.

Zapatero afirmó que estamos en Afganistán en son de paz, pero asombrosamente los talibanes no arrojan al paso de nuestros soldados ramilletes de clavellinas (o de amapolas opiáceas, que es la variedad más popular en la zona y para el caso es lo mismo), sino unos pepinazos muy escasos de talante.

Total, que a pesar de los esfuerzos de Zapatero, el silencio lanar de "las gentes de la cultura" y el papelón de Karma Chacón, hay ciertas sospechas de que lo que está ocurriendo en Afganistán tiene poco que ver con el cuadro pacifista que todos ellos dibujan cada vez que tocan el tema. Las evidencias de que estamos participando en una guerra eran ya nítidas antes de que Zapatero enviara tropas a suelo afgano y unos meses más tarde las incrementara para "ayudar a Obama", pero tras la reciente ofensiva talibán en la zona asignada a España es probable que hasta Leire Pajín tenga que reconocer que paz, paz, lo que se dice de paz, la misión española tiene muy poco. Y cuesta entender esos reparos permanentes a llamar a las cosas por su nombre, porque bien sabemos todos que ningún progre se va a echar a la calle o a dar un balido más alto que otro ocurra lo que ocurra en Afganistán. Su objetivo en todo momento fue echar a Aznar del poder, y eso ya lo consiguieron hace cinco años.

Los que peor quedan en todo este asunto son nuestros soldados, obligados a matar enemigos y repeler continuos ataques en esa misión de paz tan rara que les ha encomendado Zapatero. El ex ministro de Defensa, Pepe Bono, dijo en su día que prefería morir a matar, pero afortunadamente las tropas españolas tienen una opinión distinta sobre lo que se debe hacer cuando una horda multiculturalista reacia a aliarse civilizatoriamente con nosotros te ataca con helicópteros, morteros y fusiles de asalto. O Zapatero y Moratinos consiguen pronto el milagro ecuménico de aliarnos con los talibanes, o muy pronto no habrá pirueta léxica que disfrace la realidad elemental de que estamos participando en una guerra. Y encima promovida por los Estados Unidos de Norteamérica.

sábado, 5 de septiembre de 2009

Suspenso en Todas,Conciencia Tranquila

Dice Rajoy que a Zapatero le pondría un suspenso absoluto; la misma nota que muchos le ponen a él, vaya. Eso da pie a que les cuente una anécdota que explica mi suegro sobre un amiguete suyo de la infancia. En el final de curso y ante el doloroso trance de tener que dar la cara, mandó un telegrama a sus padres con el siguiente mensaje: "Suspenso en todas, conciencia tranquila. Mamá, prepara a Papá". A lo que los padres contestaron: "Papá preparado, prepárate tú".

Y es que hablando de cursos, en el inicio de lo que llaman el curso político, sin duda, habrá que ver si el Partido Popular decide hacer oposición o seguir como hasta ahora. En un par de días han sido entrevistados Manuel Pizarro y Mariano Rajoy –por separado, claro– poniendo de manifiesto la diferencia entre el PP y el PP oficial y demostrando la pena que da que la ubicación de ambos en las gradas del Congreso no sea otra. En fin.

El tema económico nos lo sabemos muy bien y además el Gobierno nos lo pone fácil, aunque a la hora de la verdad, como dijo Pizarro, sobre el FROB el PP debía haber votado en contra porque también hay autónomos en dificultades y nadie les suelta un euro. La cosa se complica en las otras materias. Por ejemplo, Rajoy dejó caer que como todo el mundo entiende, no es lo mismo pactar los presupuestos con CiU que con ERC o el BNG. Efectivamente, todo el mundo entiende que urge blanquear a ciertos nacionalistas para diferenciarlos de los otros, bajo el siguiente principio académico: son nacionalistas buenos los que pactan con nosotros y nacionalistas malos los que pactan con el PSOE. Estaría bien que Rajoy nos dijera una o ninguna diferencia entre la política económica de CiU y la de ERC: nacionalista en ambos casos.

Eso enlaza con que en este año la clave de la política en España será saber si el PP decide que una sentencia favorable a su recurso en el tema del Estatut es una victoria o un problema. Rajoy lo calificó como un tema importante, como la presidencia de España en la Unión Europea. Hablando de Cataluña, les ahorraré un discursito sobre la séptima o novena vez que durante este mes Alicia Sánchez Camacho se ha auto-proclamado candidata del PPC a las elecciones autonómicas. Una de sus propuestas, de profundo calado político, consiste en pedir a Rajoy que durante las elecciones se venga a vivir a Cataluña, para que nadie tenga dudas al identificar el problema y a su responsable. Algún malvado pide a cambio que la presidenta se vaya a Pontevedra durante el mismo periodo.

Tanto Rajoy como los ministros del Gobierno de Zapatero se ponen muy institucionales pidiendo acatamiento y respeto a la sentencia que salga del Constitucional, si bien la cuestión es si unos van a exigir que se cumpla y otros van a obligar a ello. Ya les digo yo que me barrunto que no. Como el amiguete de mi suegro, Rajoy y Zapatero suspenden en todas y tienen la conciencia tranquila.

La Amnistía de ZP al "Clan de la Ceja"

Los Señores del ‘No a la Guerra’, las hordas de intelectuales de izquierda, los pijo-progres de visa oro-yate de lujo-chaletazo en Marbella, están de enhorabuena. También lo están los dueños del ladrillo que tanto servicio han hecho a la causa del zapaterismo, y banqueros como Botín que las han pasado canutas y a los que Rodríguez no ha dudado en auxiliar a costa del bolsillo ciudadano a cambio de que el financiero cántabro avalara con sus palabras los pronósticos de ‘todo a cien’ del político leonés.

Están de enhorabuena los ricos en general, los ricos de verdad, los que le han bailado el agua a este mentiroso compulsivo que tenemos por presidente y le han ayudado a mantenerse en el poder. Están de enhorabuena los Almodóvar, los Bardem, los Cebrián, los Polanco, los Botín, los Rivero… fortunas levantadas siempre en los aledaños del poder, fortunas subvencionadas unas veces, discretamente consentidas otras, y no solo por el Gobierno socialista porque también tuvo mucho que ver en el modo en que se engordaron algunas cuentas el gobierno del Partido Popular que fue, en definitiva, el que dio vía libre a las Sociedades de Inversión Colectiva, también conocidas como Sicavs, y les concedió la dicha de una casi irrisoria tributación del 1%.

Pero entonces la economía iba bien y no seré yo quien critique una medida razonable en tiempos de bonanza: bajar impuestos a los ricos tiene siempre la ventaja de que éstos corresponden invirtiendo más, lo que redunda en beneficio de la colectividad aunque a los más ‘rojos’ les cueste aceptarlo. Por eso cuando Rodríguez, que va por la vida de ‘rojo peligroso’, de leninista de ‘última hora’, de comunero de pacotilla, de ‘salvapatrias’ sin vergüenza, aclaró este verano que lo de la subida de impuesto –esa que anunció Blanco para luego desdecirse y acabar organizando un lío de aquí te espero- sólo iba a afectar a las rentas del capital, es decir, en su lenguaje de eslóganes pseudo-progres, a los ricos, cabía pensar que iban a ser los Botin, los Cebrian, los Almodóvar, los Bardém, los Rivero y Cía los que iban a pagar la fiesta del descontrol del gasto y este tirar la casa por la ventana a la que nos ha abonado el irresponsable que vive en La Moncloa.

¡Y una m…! A ver como les explica Robin Hood Rodríguez a los de Rodiezno que no van a ser los ricos los que van a pagar la orgía de la crisis, sino las clases medias que son a las que, en definitiva, este personaje tiene atemorizadas, amordazadas y bien jodidas. Y es que el personaje ha tenido la osadía de decir que para él una renta del capital, o sea, un rico, es aquella que se sitúa por encima de los 24.000 euros brutos anuales. O sea, una filfa, un engaño, una trilerada de esas a las que nos tiene acostumbrados este tahúr de la política.

Lo que va a hacer Rodríguez es cargar sus excesos sobre los bolsillos de la gente corriente, del común de los mortales, de los que veranean en chándal y chancleta en el apartamento de Calpe, de los que no tienen yate sino barca hinchable de remos para que los críos se diviertan en la orilla de la playa mientras el ‘páter familias’ duerme la paellita del chiringuito y navega en sueños por los mares del sur.

Porque es esa gente la que tiene sus ahorrillos en un fondo de inversión, en un paquete de acciones que le ha recomendado el de la sucursal de su banco –“estas están muy bien, Genaro, cómpralas ahora con la extra que la bolsa está baja, que luego después va a subir y te sacas unos cuartillos”-. Y es a Genaro, que ha ido comprando extra tras extra hasta hacerse con un modesto patrimonio de treinta o cuarenta mil euros invertidos en renta variable –nada que ver con esos más de dos millones de euros necesarios para constituir una Sicav-, que paga al 18% las plusvalías que le produce cada vez que vende para comprarle a su hijo una Play o pagar parte de las vacaciones, al que ahora le va a retorcer el pescuezo el Gobierno de Rodríguez subiéndole la tributación.

¿Podía haber incrementado del 1% al 2% la tributación de las Sicav? Podía, pero no ha querido porque les tocaba los bemoles a los ricos de verdad. En lugar de eso el paladín de la igualdad, el defensor de los desfavorecidos, el ‘rojo’ Rodríguez ha ido a por las clases medias, a por la gente corriente. Pero esa gente corriente, señor Rodríguez, también vota, y es la que da y quita gobiernos, no los Almodóvar de turno, y esa gente empieza a estar de Rodríguez hasta sus propios bemoles. Y del ‘Clan de la Ceja’, ni les cuento.

sábado, 29 de agosto de 2009

Ni Limitada ni Temporal

Uno de los motivos por los que George Bush padre perdió las elecciones frente a Bill Clinton en 1992 fue, probablemente, la subida de impuestos que llevó a cabo dos años después de que hubiese prometido durante la campaña electoral que nunca lo haría.

Es lógico y no cabe esperar otra cosa. El máximo mandatario de un Estado debe gozar de la confianza más o menos implícita de los ciudadanos; en caso contrario, el riesgo de que gobierne en contra de los deseos y de las necesidades de las personas –esto es, el riesgo de que se tiranice– se instala en la vida política. Estados Unidos, una democracia madurada, nunca perdonó a Bush padre que mintiera de manera tan descarada.

En España, sin embargo, estamos más o menos acostumbrados a que nos mientan con el orgullo de los pillos sin que nadie se sorprenda ni tenga intención de reaccionar. Bush padre tuvo al menos la prudencia de esperar dos años desde que prometió no subir impuestos hasta que se decidió a hacerlo. Zapatero apenas ha aguardado unos meses en anunciar subidas impositivas desde que juró que no lo haría: no sólo eleva, pues, el grado de burla contra los españoles, sino que, sobre todo, despeja cualquier duda sobre si nos mitió (es decir, de si era consciente en su momento de que no estaba diciendo la verdad).

Al fin y al cabo, sería explicable –aunque difícilmente justificable– que un político rompa un compromiso adquirido si las circunstancias varían de manera muy drástica. ¿Qué ha cambiado, no obstante, desde que Zapatero prometió que no se subirían otros impuestos? Realmente nada, si acaso –y según el propio Gobierno– desde entonces han comenzado a surgir brotes verdes que deberían haber mejorado las condiciones para no incrementarlos.

Por consiguiente, Zapatero ha vuelto a recurrir a la mentira, cada vez menos disimulada, como vehículo de la política económica: primero, aparentar que no pasa nada; luego, comenzar a lanzar globos sonda para preparar el terreno; y finalmente, devolver a los españoles a la cruda realidad como si nunca se hubiera salido de ella, pero dejando tras de sí el perfume del buenismo y el optimismo antropológico.

Pero si algo nos va a sacar de esta crisis no serán los deseos, sino las decisiones: especialmente las de las familias y empresarios, si es que no se ven entorpecidos por el Gobierno. Y lo cierto es que Zapatero lleva dos años de pasividad en el mejor de los casos –no ha resuelto ninguno de los grandes problemas que padece España y que agravan la crisis– y de alocada actividad en el peor –políticas de estímulo de gasto público que sólo han contribuido a incrementar la deuda pública. Esto es, por acción u omisión, el Gobierno del PSOE ha convertido una recesión, ya muy grave de por sí, en toda una depresión con pocos visos de mejorar.

El último clavo en el ataúd de nuestro aparato productivo viene con este anuncio de una subida "temporal y limitada" de impuestos; un matiz sin significado alguno (ya que una subida ilimitada y permamente sería equivalente a implantar el comunismo) pero que transmite una sensación de prudencia por parte del Ejecutivo.

Sin embargo, por muy limitada y temporal que se diga que va a ser, difícilmente un déficit público como el español, que teminará el año en torno al 10% del PIB, va a poder contrarrestarse con incrementos tributarios poco apreciables. Por ponerlo en perspectiva, un 10% del PIB son 100.000 millones de euros y la recaudación de IRPF en 2008 fue de 70.000 millones. Por consiguiente, necesitaríamos incrementar la recaudación del impuesto de la renta más de un 100% para eliminar nuestro galopante déficit público si es que el Gobierno no se decide a recortar drásticamente el gasto.

En definitiva, la hipócrita trayectoria de Zapatero, unida a la dramática realidad, bien parece sugerir que estamos ante un nuevo embuste socialista cuando se nos insinúa que el aumento de las cargas públicas no será muy sustancial. Pero entonces, si es verdad que finalmente Zapatero sólo incrementa los impuestos de manera moderada y no consigue equilibrar el presupuesto reduciendo el gasto, tengamos presente que el déficit público restante supondrá impuestos más elevados en el futuro, con lo que la subida tendría poco de temporal. En cualquier caso, pues, el presidente del Gobierno recurre a la mentira para esconderse de la realidad.

Quienes, por desgracia, no podremos refugiarnos de la cada vez mayor voracidad del Ejecutivo y de la crisis agravada por él seremos el resto de los españoles. Puede que el engaño suene como música celestial para muchos, pero tendrán que apechugar con las consecuencias de ese irracional apego a un mundo de fantasía.

Robo y Crimen para el 2010

El arte de gobernar generalmente consiste en despojar de la mayor cantidad posible de dinero a una clase de ciudadanos para transferirla a otra.
Voltaire (S. XVIII)

En épocas de crisis y en todos los tiempos y lugares siempre ocurre lo mismo; aumenta el crimen. No nos referimos a la pequeña delincuencia del carterista, estafador o timador. Hacemos referencia al crimen a gran escala, al que arrasa con grupos enteros de todas las creencias, clases y estilos de vida. El crimen que significa el Gobierno omnipotente con su espiral de robo masivo (impuestos) y su cruzada criminal contra la libertad individual.

Los socialistas ya han lanzado varios globos sonda y no saben cómo decirlo. Que si contienen el sueldo de los funcionarios, que si suben impuestos a los ricos, que ahorrarán más. No tenga duda, desde el inicio de la crisis que se ve venir. Con un déficit esperado del 10% para el año que viene, una deuda que no para y con un Gobierno que gasta el doble de lo que ingresa, la subida de impuestos directos, indirectos y a todos los estratos sociales es irremediable.

Los ricos ya están preparando las maletas, los autónomos ven venir una debacle, la gente corriente (incluso en palabras del propio Gobierno) está aterrada con el aumento del desempleo que se producirá en el último trimestre de año. Mientras algunos países dan señales de repunte económico, España se sume en un profundo agujero negro. La gente va menos de vacaciones, los autónomos y las empresas cierran, aprueban EREs como nunca –Nissan ya lo hizo en julio y ahora se plantea otro–, la gente está más tensa, nerviosa y preocupada que nunca. ¿Cómo ayuda el Gobierno a la situación? Aumentando impuestos y obligando a las empresas a cerrar con absurdas leyes (ecológicas, sobre el tabaco, con trámites burocráticos...). En el peor momento, los altos burócratas sacan la pistola al ciudadano y le dicen: "la bolsa o la vida. Es por tu bien insensato". El Estado, el único ladrón que se auto-legitima en lugar de avergonzarse de sus crímenes. El botín será para regalárselo a bancos, concesionarios, empresas del Plan E, lobbies y grupos de presión sociales, como sindicatos, actores y países donde gobiernan tiranos de todo tipo.

Cuando Blanco o Salgado dicen que todos nos hemos de apretar el cinturón, se refiere sólo a los españoles de la calle. Vean como "ahorra" e "invierte" el Gobierno. Van a gastarse cuatro millones de euros en un centro temático dedicado al lobo. Más de 67 millones de euros para hacer 58 películas (que probablemente no se lleguen ni a estrenar). 100 millones de euros (entre Portugal, España y la UE) para un centro de nanotecnología que, como siempre, no va a servir de nada ya que nace de la planificación central. Trece millones de euros para un aparcamiento en el Congreso. Cinco millones de euros para lanzar una cápsula a Marte –el típico gasto propagandístico que justifica dejar cada día a miles de personas en la calle. Un museo –al que no irá nadie, por eso lo hace el Gobierno– que nos costará dos millones de euros (la DGT con el pastón que se saca con sus radares también dará un millón de euros a una obra de teatro). 500 millones de euros para programas de nutrición infantil en el extranjero. Ahora los socialistas son más solidarios con los países foráneos que con aquel que le elige y paga sus caprichos. ¿Tenemos garantías que ese dinero tendrá el fin que el Gobierno dice en lugar de acabar en manos corruptos empresarios o políticos? Este dinero iría muy bien a los 500 autónomos que cierran al día. Trabajo, sin fondos para el subsidio de desempleo, gastará más de medio millón en una sola conferencia. Sin nombrar los 15.000 euros mensuales de la "progre" Leire Pajín.

Es curioso fijarse como desde la época de Voltaire –la cita que abre el artículo– las cosas no han cambiado. El Gobierno aplica la extorsión sobre unos –la mayoría– para quedárselo en mutuo beneficio y repartir el resto del botín saqueado entre sus camaradas.

El peligro adicional de este camino, el del Gobierno saqueador y omnipotente, es que no sólo nos despoja de nuestro dinero y trabajo, sino también de nuestra libertad, voluntad y capacidad de elección. Negar la libertad, es un crimen también. Con la nueva ley del tabaco cerrarán 5.000 bares (algo similar ha ocurrido en Reino Unido ya). No sólo es economía, nos dicen qué hemos de hacer en todo. Somos niños para ellos. El rebaño. Sus esclavos. Lo que nos deja perplejos es ver cómo aquellos que se dedican al negocio más antimoral, degenerado y partidista, la política, nos dan lecciones de "civismo" y comportamiento mediante el uso de la fuerza, de la ley. También de economía aún cuando la mayoría de los alcaldes y concejales de España no tienen ni la EGB. Estamos siendo gobernados por los tontos de la clase.

Las crisis son periodos donde la guerra del hombre libre contra el Estado se recrudece. El s. XX ha sido una muestra espantosa de esta lucha. Recordemos al gran Henry D. Thoreau: "La desobediencia es la auténtica fundadora de la libertad. Los complacientes merecen ser esclavos". Recuérdela bien y reflexione sobre ella para no arrepentirse después. Ya empieza a ser demasiado tarde para una reacción.

jueves, 27 de agosto de 2009

Cataluña y Madrid : No es Coincidencia...

El régimen de las autonomías español, con todos los problemas e inconvenientes que pueda tener, sirve al menos de campo de pruebas económico para ver qué sistemas y regulaciones funcionan y cuáles no; qué modelos sociales permiten generar riqueza de manera sostenible a largo plazo y cuáles tienden a destruirla y a sepultarla.

La cuestión tiene su importancia, ya que puede servir de ejemplo para que los ciudadanos sin una clara inclinación ideológica y que están más bien preocupados por mejorar su nivel de vida, voten a aquellos políticos que les ofrezcan reformas en el sentido adecuado. Un asunto que si ya resulta fundamental en condiciones normales, en medio de la crisis más severa desde la década de los 30 puede marcar la diferencia entre el bienestar y la pobreza para muchas familias españolas.

Pues bien, atendiendo a los datos de la última Encuesta de Población Activa (EPA), el modelo económico más abierto y más orientado hacia el liberalismo de entre las distintas comunidades españolas, el de la Comunidad de Madrid, es el que menos empleo destruye frente a uno de los modelos más cerrados e intervencionistas de España, el de Cataluña, que es el que más puestos de trabajo pierde.

Desde luego no se trata de una casualidad. La ciencia económica desde Adam Smith –e incluso antes, con nuestra Escuela de Salamanca– ya era consciente de que las sociedades más libres y abiertas son las que más riqueza y prosperidad crean. En este sentido, no es sorprendente que Madrid –por mucho que les moleste a los sindicatos, partidarios de una intensa regulación de la vida de las familias y de las empresas– sea una de las que mejor paradas salga en las estadísticas laborales y Cataluña una de las peores.

Y es que si, por ejemplo, acudimos al Índice de Libertad Económica en las Comunidades Autónomas, elaborado por la Universidad Complutense de Madrid bajo la dirección del profesor Francisco Cabrillo, podremos comprobar que Madrid es la región española con una menor incidencia de las regulaciones administrativas, mientras que Cataluña es una de las que más las padecen; conclusiones análogas a las que podríamos extraer si miráramos el índice de dimensión del sector público donde, de nuevo, la de Madrid aparece como la comunidad más austera de España.

Sin embargo, cometeríamos un error si creyéramos que los obstáculos económicos y sociales explícitos a la movibilidad de personas y capitales que observamos en Cataluña y en Madrid son los únicos relevantes a la hora de explicar sus diferencias. Cataluña lleva más de 30 años gobernada por un grupo de políticos nacionalistas de distintos partidos obsesionados por segregarse, diferenciarse y distanciarse del resto de los españoles; una casta política que mira al resto de regiones con desconfianza y desprecio, que trata de dificultar la convivencia y la libertad individual con todo tipo de artificiales barreras lingüísticas y culturales y que está convencida de que la causa de su estancamiento no es el progresivo deterioro de las libertades, sino una especie de conspiración española para atracar a Cataluña.

En cambio, en Madrid todas estas discusiones simplemente carecen de sentido. Sus políticos no han intentado cerrar la comunidad al resto de España y desde la llegada de Esperanza Aguirre, se han seguido un conjunto de políticas favorables a respetar la libertad de sus ciudadanos y de sus empresas.

Al final, los distintos modelos políticos marcan la diferencia en asuntos tan vitales como el nivel de desempleo. No es que éste sea el motivo esencial para preferir una sociedad más libre y menos intervenida como la madrileña frene a otra mucho más sometida al poder político como la catalana. Pero ya dijo Karl Popper que el hecho de que libertad y riqueza fueran de la mano era una muy feliz coincidencia.

Carod y los Lilas de Madrid

En ese pequeño teatro de guiñol en que ha devenido la política rebajada a espectáculo para el consumo de masas, a Carod Rovira le ha tocado interpretar el papel del hombre del saco, el del malo malísimo que se come crudos a los niños. Algo así como una variante mediterránea del Chupacabras llamada a servir de alcaloide a tanta reencarnación de Roberto Alcázar y Pedrín como prolifera en cierto periodismo patriotero de la Villa y Corte. Ése al que le duele España a la altura de la entrepierna si la Cataluña oficial se sueña soberana, pero que, al tiempo, contempla silente a Javier Arenas travestido de "realidad nacional andaluza", cuando no da en aplaudir eufórico viendo a Camps enfundado en su cláusula ídem. Curioso españolismo asimétrico que, por lo demás, a nadie aquí parece inquietar.

Así las cosas, con pulcra, meritoria profesionalidad, y escoltado para la ocasión por los hermanos Maragall –alucinado el uno, alucinante el otro–, Carod se ha prestado a representar de nuevo la comedia bufa que tiene por oficio. Pues, igual que los célebres desnudos de María José Cantudo durante la Transición, lo suyo lo exige el guión. De hecho, el hombre viene obligado a espantar con pautada periodicidad el gallinero hispano gracias a sus muy medidas atrocidades retóricas. Calculadas espoletas semánticas que, luego, ya en el fragor de réplicas, aspavientos y miasmas, harán pasar por procedentes las secuelas no menos macarras que nos tengan reservadas sus iguales del PSC, que es de lo que en verdad se trata.

Ésas son las reglas del juego, y como nunca faltará algún tonto en Madrid que envista furioso al primer trapo, ésas seguirán siendo mientras dure la broma. De ahí que, tras las últimas baladronadas de Carod & Cía, nadie haya reparado en el llamamiento expreso a la desobediencia institucional que ha protagonizado la portavoz socialista en el Parlament de Cataluña, cierta Carme Figueras. El uso preceptivo del catalán no será modificado "diga lo que diga" el Tribunal Constitucional, ha sentenciado por su cuenta y riesgo la interfecta. Precisa, expresa, clara amenaza de insubordinación golpista que ni Montilla, ni su segundo, Pepe Zaragoza, que por cierto resulta ser marido de la doña, han querido desautorizar. Es sabido: unos cardan la lana...

miércoles, 26 de agosto de 2009

Corbacho,Pepiño y Cia.

"La crisis actual tiene un primer origen indiscutible, que es la avaricia financiera", acaba de sentenciar Celestino Corbacho, el mismo Corbacho, a la sazón ex presidente de la Diputación de Barcelona, que colocó al célebre estoico Narcís Serra de supremo baranda en la hoy moribunda Caixa Catalunya. Ya tenemos aquí, pues, al Pancho Villa de Hospitalet que junto al Emiliano Zapata de Lugo, el inefable Blanco, meterá en vereda a los ricachones que esplotan a los humildes. Únicamente resta que aparezcan en escena Juan Guerra y El Patillas, y ya habremos completado el viaje de vuelta a la España de charanga populista y pandereta ágrafa del peor felipismo, cuando el trinque de Rumasa iba a ser p´al pueblo y la única política económica posible, aquélla que logró coronar un 23 por ciento de desempleo crónico.

Como entonces, también ahora la praxis socialista consiste en hacer justo lo contrario de cuanto se predica. Y si el PP no fuera un partido de señoritas, sólo presto a dar grititos de pánico cada vez que aparece un ratón en la lontananza, mantendría al Ejecutivo contra las cuerdas por la muy plebeya sumisión a la banca de Zapatero. Pues lo más obsceno del caso no es que el sector financiero ingrese 218 euros del Erario por cada euro que reciben los parados sin subsidio. Lo en verdad impúdico es que Corbacho, Pepiño & Cía, temibles bolcheviques de campo y playa, se hayan compinchado a fin de transferir esos ciento cuarenta mil millones a bancos y cajas de ahorros gratis et amore.

Gratis et amore. Algo inaudito que ni se le pasaría por la cabeza a la fracasada Merkel, una democristiana que no suelta un céntimo de los contribuyentes si no es a cambio de acciones, la correspondiente representación en los consejos de administración y estrictos límites a los sueldos de los directivos, amén de la prohibición de repartir dividendos. Al igual, por cierto, que han hecho en Holanda y el Reino Unido, países que tampoco están gobernados por partidos trotskistas precisamente. Al cabo, la embelesada solidaridad del PSOE con los multimillonarios sólo posee un equivalente en el mundo occidental: el Plan de Rescate de... Bush. Y los otros, temblando de miedo con los ratoncitos: "¡Ay, ay, ay, que nos acosan!".

lunes, 24 de agosto de 2009

El Fin del Estado.

En la mayor parte de los países europeos Carod Rovira carecería de representación parlamentaria. Aquí, con un puñado de votos, se ha convertido en el eje de la política de Cataluña y, por la necesidad zapatética de los escaños catalanes, en condicionante de la entera política española.

Las serpientes del rumor deslizan ya una actitud del Tribunal Constitucional hostil a algunos artículos claves del Estatuto que Zapatero concedió a los nacionalistas catalanes. Demostrando su profundo respeto por el Estado de Derecho, Carod Rovira se ha quitado la corona de espinas que le regaló Maragall y propugna una manifestación para coaccionar en la calle a los magistrados del Tribunal Constitucional. Además ha anunciado que si la sentencia del alto organismo judicial no responde a sus criterios, no la cumplirán.

Hasta aquí nos ha conducido la ligereza y las ocurrencias de José Luis Rodríguez Zapatero. Su socio en el tripartito catalán se permite desafiar públicamente al Estado de Derecho. El retraso, puramente político, en la decisión del Tribunal Constitucional, no ha hecho otra cosa que enturbiar la situación. Se puede dar la circunstancia de que algunos artículos del Estatuto que se consideren anticonstitucionales se han puesto ya en marcha.

El escándalo está servido. La crispación también. Ni el 5% de los catalanes, según una macroencuesta rigurosa, estaban interesados en la reforma del Estatuto. Después de dos años de parafernalia publicitaria ni el 50% acudió a las urnas. El asunto sólo interesaba a un sector de la clase política catalana que quiere mandar más. Y a Rodríguez Zapatero para conceder una merced y recibir a cambio el apoyo de los escaños nacionalistas.

Mitos y Demagogia Sobre la Sanidad Norteamericana.

En América hay 45 millones de personas sin seguro médico (el 15% de la población), un dato que los partidarios de una sanidad pública que garantice cobertura universal blanden incesantemente para atraer apoyos a su causa. Pero si sometemos a examen esa cifra, veremos como la situación es mucho menos grave de lo que parece.

  1. Una cuarta parte de los no-asegurados son inmigrantes sin nacionalidad americana. Los hispanos son los que están menos asegurados. Como dice Tyler Cowen, ofrecer sanidad pública a estos inmigrantes (muchos de ellos recientes) puede conducir a presiones fiscales para limitar la inmigración, lo que repercutiría negativamente en la salud de otros potenciales inmigrantes. La libertad de inmigración, que sin duda beneficia a los inmigrantes, no es totalmente compatible con la prestación de servicios públicos para todos. Por otro lado, muchos inmigrantes prefieren enviar remesas a sus familiares en el extranjero (con más problemas de salud) que contratar seguro médico.
  2. Una fracción importante de los no-asegurados solo carece de seguro una parte del año (mientras está sin trabajo). De acuerdo con la CBO, los que carecen de seguro durante todo el año son entre 21 y 31 millones.
  3. 15 millones de no-asegurados tienen ingresos superiores a 50.000 dólares al año, lo que significa que pueden contratar perfectamente un seguro médico pero no lo hacen porque no quieren. El grupo de no-asegurados que más está creciendo en los últimos años tiene unos ingresos superiores a los 75.000 dólares.
  4. Solo hay 686.000 personas mayores de 65 años que no están cubiertas. 18 millones tienen entre 18 y 34 años, una edad en la que es poco probable enfermar y que explicaría por qué muchos de ellos eligen no contratar seguro médico.
  5. Numerosos no-asegurados son estudiantes universitarios que dependen de sus padres o están cubiertos por las pólizas de sus padres. Una estimación sugiere que uno de cada siete estudiantes universitarios carece de seguro, pero cuesta creer que no cuentan con otros recursos.
  6. Un 25% de los 45 millones puede acceder a los programas estatales existentes como Medicaid o el State Children's Health Insurance Plan, pero no se ha suscrito.
  7. Los que no están asegurados durante todo el año también reciben abundantes servicios médicos. En concreto reciben la mitad de atención sanitaria en valor monetario que los que sí están asegurados (en 2001 las personas no-aseguradas recibieron 35 billones de dólares en tratamientos médicos). Como alternativa última siempre pueden acudir a una sala de emergencia y pedir asistencia (contra el mito de que en Estados Unidos te dejan morir a la puerta de un hospital si no tienes seguro).

La Mentira,un Arma de Destrucción Masiva

Mentiría si dijera que me sorprenden las mentiras que invaden nuestro mundo como un veneno letal para la democracia y la decencia pública. La mentira, como una de las plagas de Egipto, se extiende como aquel humo maligno de Cecil B. de Mille sobre todos los hogares del planeta. Pero, como vivimos en España, ciñámonos a lo que conocemos más y mejor. Desde luego, no podemos olvidarnos de aquella gigantesca mentira aplaudida como "gol" por todo el mundo y que no fue más que "la mano" clamorosa de Maradona en un Mundial cuya fecha no quiero recordar y no recuerdo.

Decía Ortega que la política es el imperio de la mentira. Ya, pero no es un imperio exclusivo de la política. En el deporte se ha impuesto la mentira. En Eurovisión se ha impuesto la mentira y cuando algunos, pobres, la han dicho, ha caído sobre ellos el hacha del nacionalismo barato, presente hasta en las partituras. En la pintura, la mentira existe desde hace siglos, pero ver cómo proliferan lo que en vez de arte no son más que baratijas de jóvenes arribistas, da miedo. En las escuelas, gracias a internet, aparecen nuevos intelectuales amamantados en Wikipedia o en otras ubres supletorias del esfuerzo, la comprensión intelectual y la honestidad. Los periodistas se copian unos a otros como si fuera un mandato bienaventurado del sermón de un profeta sin citar fuentes ni procedencia alguna. Ni de los autores literarios con negros ni de los periodistas que encargan conferencias a otros periodistas y luego ni les pagan. Que los hay. Doy fe.


Es humano mentir. Tal vez sea lo más humano. Que yo sepa ningún animal es capaz de decir mentiras, de actuar falsamente con el propósito de engañar a alguien. Sólo podemos hacerlo quienes por encima del instinto calculamos las consecuencias de los actos, de los propios y de los ajenos. Si un toro fuera capaz de mentir, no habría torero vivo sobre la tierra porque el engaño pasaría a manos del bruto. La muleta escondería la intención asesina del morlaco que embestiría aparentemente al trapo, mintiendo al diestro, al que clavaría sus puñales en el momento preciso.

Dado que hemos pasado de tener diez mandamientos, más o menos aceptados por casi todos, a no tener ninguno en común y seguramente ni uno tampoco en privado, lo de la mentira es ya una nimia tontería. Más serio será el crimen que vendrá. Pero aún así, cuando es clamorosa, exultante, brutal y evidente la mentira aún escandaliza la delicada ingenuidad que nos queda. A algunos, claro, que a otros les da igual ocho que ochenta y son capaces de mentir mirándote a los ojos con una sinceridad que asusta.

No me refiero ahora a la mentirijilla de Chaves, qué arte, que nos quiere hacer creer que no sabía donde trabajaba su hija por lo que no podía saber que estaba en Minas de Aguas Teñidas, SAU y por lo tanto no sabía que subvencionaba a la empresa de su hija. Más que patética, esta trola es incluso tierna. Tampoco me voy a referir a esa sarta de falsedades que día tras días nos inyecta Zapatero en vena como un antídoto urgente contra la ciudadanía que dice defender.

Me quiero referir a una mentira gorda, a un cuento chino, a una patraña gigantesca que afecta especialmente a mis paisanos andaluces, los más sensibles de España a las agresiones supuestas al medio ambiente. Me refiero a la engañifa asquerosa de Greenpeace sobre el deshielo del Ártico. Y es que llega el mandamás ejecutivo de la ONG que recibe más dinero del mundo, no sabemos si como donativo o como impuesto para dejar en paz a sus contribuyentes, Gerd Leipold, y nos espeta en la misma cara que "no cree" que el hielo del Ártico esté completamente derretido en el año 2030 y que se ha debido producir "algún error".

Pero, por los clavos de Cristo, ¿qué es esto? ¿Es que puede acojonarse a medio planeta con los efectos de una ola derivada de tal deshielo y luego resultar que es mentira? ¿Y cuántas mentiras más habremos de soportar de estos vivales? ¿Recuerdan a anteriores dirigentes de Greenpeace, Bjorn Lomborg por ejemplo, renunciando a sus creencias por ser falsas, impropias y mendaces? ¿Estará ocurriendo lo mismo con la energía nuclear, con el calentamiento global, con los transgénicos?

La democracia es imposible sin la verdad, sin la veracidad que respeta profundamente el carácter sagrado de la libertad de los ciudadanos y que, para que decidan seriamente, le proporcionan la verdad, informaciones veraces y ciertas. Lo demás es dictadura. La mentira es dictadura. Pero nadie dimite cuando miente. A nadie se le retiran los fondos públicos cuando se conoce y se reconoce que ha mentido. A ningún mentiroso se le castiga por su felonía. Va haciendo falta una Fundación o algo así para defensa de la verdad que invierta el sentido de la larga y estupenda marcha de la mentira en el mundo y en España, proscriba públicamente a los mentirosos donde se encuentren y allane el camino para la recuperación del prestigio de la verdad.

¿Que es imposible? Pues no veo por qué. La mentira, como dice una pancarta, también es un arma de destrucción masiva. En efecto, la peor.

jueves, 20 de agosto de 2009

La Lucha Contra la Riqueza.

Dice el economista Xavier Sala-i-Martin que las crisis económicas son como los accidentes de avión. Suceden por una convergencia de fallos que provocan que el avión, o sea el PIB, caiga a plomo. Después se examinan las cajas negras de la economía y se abre investigación sobre si el piloto bursátil volaba bebido. Se invierte mucho esfuerzo en detectar las causas del siniestro y en garantizar que no vuelva a suceder, que el sistema financiero no vuelva a estrellarse. Pero da igual, porque las crisis económicas siempre vuelven. Y las causas de la avería nunca son las mismas.

Sin embargo, siempre hay quien aprovecha las crisis para alimentar la vieja ideología del rencor hacia los mismos. Abrió fuego Rodríguez Zapatero: la causa de la recesión no han sido los bancos centrales, ni la intervención política en los sectores energético e inmobiliario. Ha sido la "codicia" de Wall Street. Está claro, los culpables han sido los ricos. Los de siempre.

La persecución a los ricos, a los emprendedores y a aquellos que pueden proporcionar empleos y generar riqueza es una constante de todas las épocas. Es anterior a Marx, aunque éste fue quien mejor supo encauzarla. Ya los nobles de la España medieval, por lo general guerreros sin cultura ni preparación, instruían a las masas en el odio a los judíos. No sólo eran perversos prestamistas, sino que eran tan influyentes en la corte que suponían una seria amenaza profesional para el privilegiado estamento nobiliario.

De igual manera, hoy en día la unión entre el socialismo más populista, el sindicalismo más conservador y el nacionalismo más proteccionista ha procurado ir tiñendo de sospecha a todo aquello que suene a riqueza. Estos propulsores del pensamiento único han ido conformando una lista de palabras proscritas, en la que "empresario" hiede a delincuencia, y "beneficios", a robo a mano armada. No hay presunción de inocencia para aquellos que se "lucran" y "enriquecen", pues no hacen otra cosa que quitarles a los pobres lo que les pertenece.

Es cierto que en algunas sociedades el enriquecimiento tiende a ser provocado por la corrupción y la delincuencia. Pasa, por ejemplo, en lugares en los que prosperan complejos entramados de tráfico de droga, en los que violentas mafias operan a la sombra de la ley aprovechando, en muchas ocasiones, la corrupción policial. Pero, en cualquier sociedad, cuanto mayor sea la libertad para contratar y la protección de la propiedad privada, mayor será la legitimidad de su enriquecimiento. Los individuos estarán decidiendo libremente a quien entregan su dinero. Elegirán, si de ellos depende, a aquellos que les presten un mejor servicio o les ofrezcan mejores productos. Y esto es lo que el célebre club del pensamiento único quiere evitar a toda costa.

La ideología de lo políticamente correcto, presente en todos los partidos, siempre ha presumido de "luchar contra la pobreza". Pero sus actos suelen dirigirse en sentido contrario. Se puede comprobar en una grave situación de crisis económica como la actual, en la que el Gobierno prefiere no acometer las reformas necesarias aunque ello suponga que haya más personas en el desempleo que en cualquier otro país desarrollado del mundo.

Los ejemplos de cómo no se ha permitido que los pobres prosperen en nombre de la "lucha contra la pobreza" son múltiples y variados. Pueden verse en las barreras arancelarias que se levantan ante la posibilidad de que mozambiqueños vendan sus cereales y los turcos sus avellanas; o en su oposición a que industrias como la del automóvil empleen a asiáticos en lugar de a americanos para sus cadenas de montaje. El pensamiento único siempre ha pretendido señalar la riqueza como algo perverso y delictivo, cuando realmente es lo que debería buscarse para todo el mundo. Lo razonable es que los pobres pasen a ser ricos, y no que los ricos pasen a ser pobres.

La pobreza, por tanto, no se combate luchando contra la riqueza. No se ayuda al pobre destruyendo al empresario; o subiéndole los impuestos y aumentándole las trabas a quien genera empleo y riqueza. La prosperidad para los pobres se alcanza permitiendo que cada uno sea útil en lo que mejor sabe hacer. Y para ello son fundamentales dos cosas: el abandono de la lucha contra la riqueza; y que todos, ricos y pobres, disfruten de la mayor libertad posible.

Libertad Individual y Propiedad Privada.

Fumar es una práctica que indiscutiblemente tiene consecuencias no sólo sobre el fumador sino sobre quienes en su entorno respiran el humo que genera. Por consiguiente, es un asunto que posee el potencial para engendrar conflictos entre las personas: los fumadores se creerán en el derecho de fumar y los no fumadores en el de no padecer el humo.

Los socialistas e intervencionistas de todo pelaje consideran que siempre que exista o pueda existir un conflicto entre dos individuos, el Estado tiene que meter sus narices con algún tipo de regulación. En su opinión, los seres humanos son incapaces de dotarse de manera pacífica de reglas privadas que establezcan los términos de sus relaciones.

En España los conflictos que pudieran surgir en torno al tabaco se habían resuelto tradicionalmente mediante uno de los derechos centrales de todo sistema liberal que se precie, la propiedad privada. Era cada propietario quien decidía qué hacer en sus aposentos, esto es, si resultaba o no permisible fumar y en qué condiciones. Subsidiariamente solía entrar en juego esa institución social espontánea tan importante como son las "normas" de educación o de cortesía, esto es, si se pedía amablemente fumar o dejar de fumar solía atenderse a la petición.

El Gobierno socialista, sin embargo, empeñado en crear conflictos donde no los había con tal de extender su influencia y sus redes sobre la sociedad, aprobó en 2006 la famosa Ley Antitabaco donde se restringía el derecho de ciertos propietarios de "espacios públicos" –como los centros de trabajo– a decidir qué hacer con sus establecimientos. Sin embargo, las ansias moralizantes del PSOE –pese a la hipocresía que en esta materia exhiben muchos de sus dirigentes, empezando por el presidente del Gobierno– le han llevado a proponer durante esta semana un "endurecimiento" de la Ley Antitabaco, esto es, un recorte aún mayor de las libertades de los españoles.

El objetivo de la reforma será prohibir fumar en todos los "espacios públicos", incluidos aquellos que no se vieron necesariamente afectados por la ley de 2006, muy en especial bares y restaurantes de menos de 100 metros cuadrados a quienes se les permitió seguir eligiendo el régimen de su local.

El argumento utilizado para justificar la novación es que aún cuando tengan un propietario, bares, restaurentes y centros de trabajo son lugares "abiertos al público" donde, por consiguiente, parece que deben imperar uns normas también públicas.

Y es que, de momento, ni siquiera los socialistas ven conflicto alguno sobre cómo resolver el problema del tabaco dentro de los hogares de los españoles: es el propietario de cada casa quien establece si se puede fumar dentro de ella o no. Aquí parece claro que no es necesaria ninguna ley: si soy un no fumador al que le molesta el humo sobremanera, prohibiré que se fume dentro de mi vivienda y mis posibles invitados fumadores decidirán si semejante prohibición supone una carga tan insoporable como para declinar entrar en mi inmueble o, por el contrario, acatarán mis reglas aun a regañadientes.

Pero si el modo de solventar el problema resulta flagrante en el caso de espacios privados, ¿por qué no resulta igualmente claro en el supuesto de espacios privados que sean abiertos al público? Desde el momento en que nadie se ve obligado a entrar en un bar o en un restaurante, quien quiera acceder a estas propiedades privadas deberá, en todo momento, acatar las normas que se establezcan en ellas. Y de manera análoga, desde el momento en que un propietario no puede obligar a nadie a que entre en sus dominios, si pretende atraer a la clientela deberá ofrecerles unas condiciones (incluyendo un ambiente) agradables.

Es falso que el Gobierno esté protegiendo la libertad de los no fumadores con la ley, ya que su libertad no va más allá de decidir si entrar o no en determinados espacios privados pero abiertos al público. La libertad no consiste en que el resto de ciudadanos se sometan a mis normas en sus respectivas propiedades, sino en que cada individuo pueda gestionar su propiedad sin coacciones ni injerencias externas.

Que la mayoría de españoles sean no fumadores y pese a ello continúen acudiendo a locales que siguen permitiendo fumar no ilustra que los propietarios tengan una especie de poder monopolístico sobre sus vidas; más bien, indica que a los españoles no les importa el humo lo suficiente como para dejar de acudir a centros de ocio que consienten que se siga fumando.

No conviene olvidar que el humo que desprende una persona y que alcanza a otra supone un conflicto potencial análogo a los que podrían suponer los sonidos, los olores o los destellos de luz: son emisiones de una persona que alcanzan a otra. Con los mismos argumentos con los que se defiende la prohibición del tabaco en espacios privados pero abiertos al público se puede defender la prohibición de perfumes, melodías o sistemas de iluminación circunscritos al interior de esas propiedades. Si esto nos parece ridículo, también debería parecérnoslo la actual y la futura Ley Antitabaco y, si no lo hace, probablemente estemos camuflando un mal razonamiento con el deseo inconsciente de que se impongan a los demás nuestras preferencias.

El Gobierno socialista continúa con dando muestras de su pulsión intervencionista en todos los ámbitos. Una sociedad próspera y libre no puede renunciar a sus derechos y a sus responsabilidades delegándolos a la gestión pública. La mejor manera de resolver los conflictos sobre el tabaco es tal y como se venía haciendo antes de 2006; lo demás sólo nos conduce a una espiral estatista que lejos de mejorar la situación, la empeora.

sábado, 15 de agosto de 2009

Fontanería a Mano Armada.


Ningún ministro del Interior tiene responsabilidad alguna en cualquier atentado o campaña de ETA. Pero esto es tan cierto como que todos los ministros llegan al Ministerio con unas prioridades, unos objetivos y una idea de qué hacer al frente de la cartera, que se transmiten al día a día. Y en esto Rubalcaba no es una excepción. Como todos, llegó en 2006 al Ministerio por algo, para algo y con una agenda determinada.

Fue nombrado en 2006 ministro de Interior para velar por el proceso de negociación de Zapatero con ETA desde un área delicada. Antes ya le había servido fielmente en los tres días de marzo de 2004, pilotando la campaña de agit-prop entre el 11 y el 14. Como ministro, durante los pactos ZP-ETA, fue un fontanero de lujo en las filtraciones, comunicaciones y utilización de las fuerzas de seguridad para apuntalar los apaños con ETA. Los tristemente famosos "informes de verificación" son ejemplo de este proceder, que alcanzó cuotas escandalosas con la legalización de PCTV o ANV, y delictivas con el asunto del bar Faisán, aun pendiente de resolver.

Pero sería injusto reducir su gestión al frente de Interior al pacto con ETA. Hay otros aspectos. En primer lugar, la gestión en el Ministerio está siendo la más conflictiva que se recuerde en muchísimos años, con unas tensiones internas, laborales y profesionales inauditas. Rubalcaba ha reintroducido el mérito político e ideológico en las FCSE, relegando el mérito profesional. Se ha ganado la desconfianza de sindicatos de todo tipo y condición, en Guardia Civil y Policía Nacional. Con Rubalcaba, el Ministerio está patas arriba, entre miedos, envidias, desconfianza y autoritarismo. Es el primer ministro del Interior de los últimos años de los que los agentes desconfían abiertamente.

En cuanto a la política de seguridad, desde la llegada del PSOE al poder en 2004 la delincuencia en España ha ido subiendo progresivamente. Rubalcaba ha sido incapaz de frenar esta tendencia. No sólo eso, sino que ha protagonizado dos escándalos mayúsculos: el primero, el falseamiento y la manipulación de las cifras sobre seguridad para presentarlas como un logro personal, maniobra en la que fue descubierto in fraganti. Y en segundo lugar, las directrices de caza y captura de inmigrantes ilegales –la "Operación Cacería"– maniobra anticonstitucional y antihumanitaria.

En cuanto a la política antiterrorista a partir de 2007, su trabajo al frente del Ministerio se caracteriza por la falta total de iniciativa. No se ha avanzado en la investigación e ilegalización de las formaciones etarras en los ayuntamientos. No ha habido un impulso a los medios tecnológicos en la lucha contra la banda, tanto en información como en operatividad. Tampoco ha habido un esfuerzo en seguir reforzando la seguridad de las instalaciones objetivo de la banda. A nivel internacional no ha habido ningún impulso en materia de acuerdos para la localización, detención y extradición de etarras. Tampoco se ha apoyado la acción de las Fuerzas y Cuerpos de Seguridad del Estado con reformas legislativas. Ninguno de los elementos con los que cuentan Guardia Civil y Policía Nacional para la lucha contra ETA ha sido aportado por Rubalcaba, que se limita a cumplir a desgana lo heredado en 2004 del Partido Popular.

Objetiva y desapasionadamente, no cabe duda: el ministro del Interior no realiza bien su trabajo. De hecho, cada vez que ETA atenta, tarda en reaccionar, se esconde varias horas. Le cuesta dar la cara. Esto contrasta con las actividades bastardas relacionadas con filtraciones, detenciones ilegales, escuchas o escándalos policiales, donde es ágil y eficaz. Los escándalos en los que se ve envuelto su Ministerio en Madrid, Valencia y Baleares muestran lo que queremos decir: iniciativa, rapidez, habilidad. Justo lo que le falta ante ETA. Rubalcaba no es un ministro de Interior, es un fontanero de lujo de Zapatero al frente de las Fuerzas y Cuerpos de Seguridad del Estado, que es algo distinto. Ahí están sus objetivos, sus preocupaciones y sus intereses.

Esto se ha puesto de manifiesto dramáticamente en Baleares. Mientras Rubalcaba balbuceaba en relación con ETA cosas como que "está más débil que nunca" o que los terroristas "pueden seguir aquí o haberse ido", la banda hacía explotar más bombas en la isla. Se ha mostrado torpe y lento en reaccionar. Lo cual pasaría desapercibido si no fuese porque casi al mismo tiempo, el ministerio montaba un show con los políticos del PP, esposados y paseados como animales de feria. Si en una parte de las islas los etarras burlaban a Rubalcaba, en la otra el ministro sacaba pecho mediático deteniendo a dos cargos populares. Para explicar esto sí estuvo raudo y eficaz, y se mostró tan habilidoso como en la noche del 13-M o como cuando amenaza a policías y guardias civiles.

Desgraciadamente, la derrota fulminante y total de ETA no está entre las prioridades de Rubalcaba, que está más ocupado en otras cosas. Pocas veces se han visto más a las claras sus carencias, puntos fuertes e intereses que en las últimas semanas en Baleares, donde se ha visto que a España le falta un ministro del Interior y le sobra un fontanero al frente de la Policía y la Guardia Civil.